7.4.13

(texto que escribí para un amigo actor que necesitaba un monólogo)


Recuerdo cuando me avisaron de que la abuela había muerto ¡no! con noventa años iba a estar preñada ¡qué mala era! mató al abuelo, la jodía, ella lo denunció, con dos condenas de muerte y sí, señor, en el monte está, yo le llevo, nosotros huérfanos y creciendo con esa hija de puta ¡vaya infancia! era muy beata, eso sí, nos daba con la vara para que viéramos lo que es sufrir martirio, y a la pobre María, para un novio que se echaba y la vieja diciéndole que vaya sarnoso se había traído a casa, delante del chico, que huyó, y la María llora que te llora, la machacó, que eres fea, que no vales para nada, y la María con unos sollozos, luego a la vieja cabrona le da un infarto y se queda inútil, y que tenemos que cuidarla, que se lo debemos, que con lo que ella ha hecho por nosotros, yo me apunté corriendo voluntario y a Melilla, no pasó nada, eso es de hombres, pero la pobre María, mujer y solterona, a pringar, a meterle comida en la boca la vieja, a limpiarle el culo, y la vieja con insultos todo el día, que esto está mal, que no me extraña que no encuentres marido, so fea, so inútil, y María llorando, sí, recuerdo cuando me avisaron de que la abuela había palmado, María dijo que fue por la tormenta, que un viento de desgracia había entrado por la ventana del baño, empujando a la abuela y desnucándola, y el benemérito, pues vale, eso pongo en el informe y tan tranquilo, la verdad es que no tenemos ventana en el baño, claro, que no seré yo quien lo mencione, la María ya no llora.

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