30.12.19

jueves


Una vez probé algo que me dijeron que era Yajé. A los cinco minutos me descomponía en una taza de wáter mientras veía estrellitas blancas cayendo sobre mi cabeza. No me pareció aquello un viaje que mereciera la pena volver a hacer.
Sin embargo, Harold, un primo de Chía, me dice que pertenece a un grupo interesantísimo de exploradores místicos acaudillados por un chamán muy bueno, que tengo que irme con ellos un día y tomar de nuevo Yajé con expertos. Asegura que él ha ampliado su conciencia, que ahora se siente otra persona.
Eso es lo que me ha echado para atrás. Llevo años macerando prejuicios, consolidando manías y sublimando temores –eso que llaman convertirse en adulto-, y me da mucha pereza tener que volver a empezar al darme cuenta de que no soy quien pensaba. Ya estoy mayor para revelaciones, o tal vez solo cansado.
Gracias primo, pero no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La ayahuasca es un psicotropo que hace delirar.Que proporciona la esperiencia de ser psicotico, o te intoxica y vomitas, eso es todo.Poner romanticismo y significados misticos a psicotizarse,se puede hacer un ratito, pero no te deja vivir con nosotros el dia a dia demoledor o tranquilo que nos toca.Si alguien te convence que es tu verdadera realidad y te cobra por eso,abusa de tu buena fe.Lo que aprendes sobre ti delirando es tuyo, y como los sueños tu eres tu interprete, a ti te toca usarlos a tu antojo.No es una experiencia necesaria, aunque como tomar un dia LSD o visitar Laponia, pueda resultar curioso o interesante, y si tenemos ganas de caernos del caballo nos lo pueda facilitar.Despues de la caida asegurate de que tienes dinero para recuperarte del golpe.