27.9.17

El lento aprendizaje de Podemos

 
wikipedia

Vivimos una época políticamente triste. Sabemos que nos gobierna el ser más inepto que haya podido habitar jamás en la Moncloa; además permanece atrincherado allí, sin la más leve intención de regenerar nada, resistiendo en el cargo sin otra voluntad que la de que ni él ni sus protegidos pierdan el aforamiento. De alguna manera hemos perdido toda esperanza en reformas a corto plazo, ya que mientras no cambie la casta gobernante no habrá nada que hacer. Lo que todavía conserva cierto interés, a pesar de las decepciones, son los nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos, y sus posibles planes para llegar al poder.

El primero es tratado solo tangencialmente y con cierto escepticismo por José Luis Villacañas, que en su El lento aprendizaje de Podemos se centra sobre todo en la formación morada. El libro es una reelaboración de artículos periodísticos del último lustro; todo bien hilado y con coherencia. Este catedrático de filosofía de la Universidad Complutense pone a España en el escorzo para entender lo que está sucediendo desde la perspectiva podemita, con sus logros y pasos en falso, y sus opciones de futuro.

Los retratos que hace incialmente del sistema político no dejan mucho espacio para el optimismo. Muestra a un presidente mediocre, que es más un administrador que un político, incapaz de aportar soluciones a problemas dramáticos como el de la unidad nacional. Culpa de ello al capitalismo de Estado que padecemos, que propicia una selección negativa de los gobernantes, ya que solo asciende el que menos disiente, el que calla ante los saqueos. Los tinglados de poder se extienden empero más allá del PP; en el mantenimiento del status quo el PSOE de Andalucía juega un papel primordial. Villacañas describe bien los intentos que hubo de consolidar un poder conjunto entre Rajoy y Susana Díaz, y el golpe que perpetró ésta para descabezar a Pedro Sánchez. Que finalmente el invento fracasara evitó la consolidación de una situación sin salida, con los corruptos coaligados al mando y cubriéndose las espaldas.

Frente a este Estado extractivo y cameralista solo queda la opción de Podemos. Villacañas sigue viendo a este partido como el único camino, y sus simpatías por lo que representa son constantes. Sin embargo él cree en la línea de Iñigo Errejón y abomina a Pablo Iglesias. Ve en éste un residuo ególatra y criptocomunista, una vuelta a lo peor de IU, un partido del que hay que huir como referente porque no solo no cambió nada, sino que con su extremismo legitimó durante décadas el bipartidismo. Si hubiera triunfado la iniciativa de Errejón, o sea pactar con el PSOE y no con IU, hoy Rajoy sería un mal recuerdo del pasado y el PP estaría ya refundándose. Y seguramente la situación de Cataluña no habría llegado al punto en el que está.

Hay un capítulo en el que el profesor plantea lo que hubiera podido suceder el 22 de Enero del 2016, fecha de ese “acto infausto” en el que el Iglesias más chulito hizo imposible llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez, si el líder morado hubiera tenido conciencia de Estado, y en lugar de seguir con su obsesión de superar a los socialistas por la izquierda, hubiera dado un discurso para la historia, explicando que no vetaba a Ciudadanos y que trataría de favorecer la presidencia de Sánchez, o como mínimo se abstendría.

Lo único bueno es que Iglesias ya no podrá volver a equivocarse, dice Villacañas, ya que se ha quedado sin nadie a quien culpar, y ya no puede argumentar desconocimiento de las consecuencias de su emperramiento en el sorpasso. Si reincide quedará claro que él es la principal garantía de la perpetuación de Rajoy en el poder.

El lento aprendizaje de Podemos se publicó antes de que la Generalitat entrara en abierta rebelión contra el Estado. No sabemos que opinará Villacañas ahora que Podemos parece haberse posicionado claramente a favor del referéndum ilegal. En el libro dice que ante la tesitura de elegir entre “Estado español y Estado catalán”, tendrían que optar por “otro Estado español”. Es imprevisible lo que sucederá después del 1 de Octubre. Pero el votante medio seguramente no olvidará los vivas de Iglesias a una Cataluña libre y a Errejón guardando silencio. Los tiempos del aprendizaje ya se acabaron. A partir de ahora comprobaremos si Podemos ya aprendió a volar, o por contra cae en picado.

No hay comentarios: