5.5.18

Construir y habitar





James Howard Kunstler es un escritor neoyorquino que aun sin ser experto en la materia tiene libros imprescindibles sobre urbanismo.
El mejor es The Geography of Nowhere, donde pulveriza el paisaje americano, o sea, la vida en los suburbios, con su dependencia del coche, sus aparcamientos infinitos y sus carreteras cercadas por restaurantes basura.
Dice que América merece más, que hay que construir espacios para que los vecinos puedan encontrarse, lugares que merezca la pena cuidar y que fomenten una vida sana y plena. Pero sobre todo, lo que mejor describe es cómo la actual dispersión urbana y la fealdad militante de sus edificios degrada a los habitantes de su país.
Kunstler habla de Estados Unidos y los problemas que tenemos en España son distintos. Diametralmente distintos, de hecho: allí el problema es la dispersión, aquí la concentración; allí la madera, aquí el ladrillo; allí la falta de planificación, aquí el monopolio... Pero el fondo de lo que cuenta, el malestar existencial que el urbanismo moderno provoca, es el mismo-sin duda, lo peor de la modernidad occidental ha sido su destrucción de la ciudad.
Si bien Kunstler no es un orador brillante, hay partes de esta conferencia que son gloriosas. Como cuando en el minuto 6:45 dice que no hay prozac suficiente para reponerse de pasear cerca de un edificio horrible que encima estaba premiado (que es lo mismo que pienso cada vez que paseo por las barriadas madrileñas y veo muchas de sus construcciones), cuando habla de la estética totalitaria del mismo edificio (7:45) o cuando muestra la fotografía de un instituto en zona marginal que parece una cárcel (15:00).

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