Beyond the black rainbow (2010) es la primera película de Panos Cosmatos. Experimental,
de poco presupuesto y escasa distribución, su autor la presenta como una
“trance film”. O sea, es la clase de película que cuando termina el espectador
no tiene claro que ha visto, pero la experiencia le ha parecido alucinante y
onírica.
La
obra tiene un estilo visual sublime y está repleto de diálogos e imágenes tan
ambiguos como brillantes, por lo que inevitablemente cientos de admiradores nos
empleamos a fondo en enhebrar nuestras propias interpretaciones.
El
argumento es algo así: en 1983 un señor que dice ser el doctor Mercurio Arboria
presenta su Instituto Arboria, un centro entre científico y espiritual
orientado hacia la mejora personal. Luego vemos que en este mismo instituto tiene
secuestrada a una niña, Elena, que solo puede comunicarse por telepatía y que
tiene poderes sobrenaturales (mata con la mente
de hecho a una enfermera que le incordia). Luego descubrimos que el
doctor no es el verdadero doctor Arboria, sino Barry Nyle, un tipo triste que
vive con una mujer todavía más triste, y que el verdadero doctor Arboria es un
anciano ajado que ha hecho las veces de su maestro/padre. En una escena
retrospectiva –visualmente sublime- que nos lleva a 1966 descubrimos que Barry
fue una vez un joven idealista y crédulo en búsqueda espiritual, al que un mal
viaje psicotrópico inducido por el doctor Arboria convierte en una especie de
tenebroso asesino (riesgos que tiene descubrir tu verdadero yo interior); así
que lo primero que hace al volver del “trip” es matar a la madre de su hija,
que resulta que es Elena. La película vuelve a 1983; Barry se transforma
físicamente de nuevo; decide matar también al doctor Arboria, a su triste
esposa, y dar caza a su hija, que se ha escapado del centro tras lidiar con un
zombi sin extremidades y una especie de robot vigilante. En la escena final, ya
fuera del Instituto Arboria, en un descampado, hay un último duelo y Nyle muere
patéticamente y Elena se libera.
Beyond the black rainbow es polisémica y da, como hemos dicho, para innúmeras lecturas. Pero lo
que más nos ha interesado es el personaje de Barry Nyle, heredero y suplantador
del doctor Mercurio Arboria (el mercurio, claro, es un veneno). Posmatos dice
que con este villano pretendía criticar los valores de los “baby boomers”. Solo
por eso ya es osado e inquietante. Su malo es un ex hippe felizmente
reconvertido en ricachón de la izquierda financiera, un entonador de hosannas
desde su coche de lujo; alguien que nos imaginamos creando una ong y que le
preocupa la situación de los más desfavorecidos. O sea, un malo más cerca de
George Soros que de Adolf Hitler, y por ello más creíble; desde luego más
actual.
Barry
Nyle es maligno porque quiere imponer el bien, al precio que sea; quiere
liberarnos sinceramente. En este vídeo, que corresponde a los primeros cinco
minutos de la película, vemos su siniestra presentación. Las frases publicitarias
que intercala parecen consignas de las narrativas buenistas postmodernas actuales.
Todo es un estado mental, nada es real; puedes elevarte sobre la explotación
existencial y crear tu propia realidad.
Arboria
es todo un ideal donde no hay dolor ni injusticias, todos somos iguales y solo
los perturbados se oponen a tanta felicidad. Arboria es la aplicación práctica
de un ideal abstracto, frase que resume la consternación que crean las teorías político-académicas
cuando se entrometen en la vida cotidiana de las personas reales.
La
terapia con Elena, que desde luego es cualquier cosa menos vulnerable, consiste
en convencerla de que es una enferma y que necesita estar encerrada por su
propio bien, porque además es amada. El poder te ama, se preocupa por ti.
Arboria es el poder pastoral del que habla Foucault.
Arboria es el poder pastoral del que habla Foucault.
Cuando
las cosas se tuercen, claro, el buenrollismo se acaba y Nyle se vuelve
transparentemente monstruoso. Mata sin contemplaciones; pero no lo hace
racionalmente (nadie de los que asesina necesitan morir para que se cumplan sus
planes de dominio). Nyle mata porque está despechado; Elena ha sido ingrata y
no ha entendido que su encarcelamiento era un acto de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario