10.3.19

Hollywood, de Charles Bukowski

Charles Bukowski (1920-1994) publicó seis novelas. Cinco de ellas son de un subgénero que hoy llamaríamos autoficción, protagonizadas por su alter ego, el escritor bebedor y algo lumpen Henry Chinaski. En cuanto a la sexta novela, Pulp, es una especie de divertimento metaliterario menor que desentona en su obra y que hoy vamos a obviar.
Cartero, Factótum, La senda del perdedor, Mujeres y Hollywood son una especie de magnífico opus autobiográfico. Las tres primeras describen el tiempo en que el autor sobrevivía con trabajos inframundanos y se bebía su sueldo en bares con neones estertorantes. Las dos últimas ya cuentan su vida de triunfador, con las complacientes lectoras haciendo fila y los cheques llegando a raudales.
Hollywood en concreto tiene de fondo el rodaje de la película Barfly, cuyo guión había escrito el propio Bukowski, aquí Chinaski. Todo un cénit en su carrera como escritor. Por su puesto sostiene que lo hizo sólo dinero, que todo le resbalaba y que despreció todo aquello del cine. Nosotros leemos entre líneas lo contrario, que amó el proyecto, que le preocupaba que saliera bien, y que de alguna manera quedó orgulloso.
Barfly es una película de 1987 que por algún azar incognoscible no es un clásico reciente de la historia del cine. Sin embargo es bellísima, sublime; además de todo un ejemplo de amor por unos personajes vencidos y sublimes. 
Cuenta la historia de un escritor alcohólico, bonachón y sin patrimonio alguno que en un momento de incipiente éxito literario tiene que elegir entre una acaudalada editora  y una borracha ajada que “parece una diosa afligida”. Hay personajes secundarios inolvidables y la ciudad de Los Ángeles aparece como un paisaje apático que excluye a sus moradores más sufrientes.  
Aunque la idea inicial era que la protagonizara Sean Penn y la dirigiera Denis Hopper, fueron Mickey Rourke y Barbet Schoreder los que ocuparon respectivamente esos puestos. Mickey Rourke está genial, pocas veces se habrá podido ver una interpretación más brillante.  Bukowski  reconoce en Hollywood que le conmovió el actor; que viéndole ve a un borracho, que ve a Chinaski. De Faye Danway, que interpreta a Wanda, la ajada dama alcoholizada, en cambio no habla tan bien, dice que se nota que es una actriz haciendo de borracha. La diferencia que menciona, muy sutil, está clara en la película. Los dos actores no se dejan la piel con la misma vehemencia.
Hay una escena, la más floja tal vez, en la que Wanda enseña sus piernas y presume de ellas. Este pegote, según parece, fue imposición de la actriz, que exigió poder lucir cuerpo para que nadie se olvidara de que ella no era realmente Wanda. Mickey Rourke, en cambio, no pareció temer por su estatus de sex symbol ochentero; hasta parece que huele mal de lo bien que lo hace.
La película está gratis en youtube y el libro se compra en edición de bolsillo en cualquier librería por poco dinero. Una manera de perfecta de pasar la tarde de viernes.   

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por recordarnos hasta que punto somos personajes bukoskianos, y su sensibilidad es la nuestra.Dueante muchos años de aburrimiento en buses y metros, llevaba a mi novio en la vagina hecho un enanito haciendome tilin,tilin.
Hay una peli belga tambien directa al corazon, basada en tres cuentos suyos "Crazy love" el director se llama Dominique Durraner o algo asi,deja la tristeza del amor impregnandote.

Engel dijo...

Que es esto? Quién eres?