12.12.19

lunes

La burguesía progre tiende a citar mucho a Marx cuando dijo que la religión era el opio del pueblo. Lo hacen malinterpretándolo. Marx, claro está, jamás hubiera salido con un silogismo tan clasista: la religión entontece, los obreros son mayormente religiosos, los obreros son tontos. Él a lo que se refería es a que la vida del pueblo trabajador es tan desgarradora que necesita recurrir a la ilusión religiosa como lenitivo frente al dolor. Por supuesto que la religión es absurda, pero da esperanza y un fondo ético a millones de personas, desde nuestras abuelas a los niños mineros de África.

Los frívolos ataques a las iglesias y a los creyentes demuestran una falta total de conocimiento de lo que es el mundo de hoy. Aquí, en los desolladeros del globo, las misiones religiosas son el último bastión frente a la infrahumanidad, el principio de toda resistencia y un ejemplo de compromiso en todas sus consecuencias: los misioneros y misioneras son los únicos occidentales que se implican totalmente, llegan a pasar hambre con los hambrientos, a morir con ellos y por ellos, son los únicos que se convierten en ellos.

La religión hoy es un síntoma y un principio de solución. Hace más bien que mal. Pero para entenderlo hay que salir de los barrios residenciales del Norte-y a eso no parecen dispuestos nuestros simpáticos bufones anticlericales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De acuerdo, distingo contigo entre personas religiosas y creyentes misioneros, para estos ultimos,a los que como tu he visto trabajar en la frontera del horror, toda mi admiracion y respeto.Por los primeros pues segun lo que hagan con sus creencias y para que las usen.
Me asustan tanto como los beatos conservadores,las nuevas fees, y los neomitos religiosos versus comprometidos, creando buenismos inquisitoriales y martires del absurdo,como quien muere por desconfiar de la ciencia medica,o considera violadas a las gallinas.Pero con estos es mas dificil meterse, señorean el moderneo.
Si no es el cristianismo, uno se aferra a cualquier otra reparacion,alienandose en terminos marxistas, para consolarse de lo duro de la vida, y hay estan el futbol y las series.No inventamos nada,toca circo.