21.2.20

sábado


Charlie me llama. Lucy, su última novia psicópata, le ha pedido que hagan por fin su juramento luciferino. Deben cortarse el uno al otro en la palma de la mano, y luego tienen que juntarlas y que su sangre mezclada caiga sobre el busto de Aleister Crowley. Lucy le ha dicho que es muy importante para ella, que nunca ha llegado tan lejos con un chico como para pasar por este ritual, y que en su mundo es como casarse.
Le he dado la enhorabuena, y hasta me emocionado cuando me ha pedido que sea su arcángel negro de honor (no, yo no tengo que tajarme nada).





El metro de mi barrio lleva un mes cerrado y sigo olvidándome cada día y saliendo de casa calculando las distancias como si todo fuera normal. O sea que llevo un mes llegando tarde a todos los sitios. Me siento como una rata pauloviana especialmente lerda.

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