8.5.20

La filosofía retrasada


wikipedia


En el desternillante documental Religulous Bill Maher viaja por distintos países del mundo inquiriendo a representantes de varias religiones por sus creencias. Intenta confrontarles con argumentos racionales y las entrevistas acaban siendo psicotrónicas. Uno de los pocos representantes religiosos que sale bien parado del envite es el responsable del centro astronómico del Vaticano, el Padre George  Coyne, que defiende que cuando se escribieron los libros que forman la Biblia todavía faltaban siglos para que se desarrollara el método científico moderno, por lo que es absurdo buscar en ella explicaciones científicas, o incluso invalidar explicaciones científicas cuando son incompatibles con los textos sagrados. “Las Escrituras no enseñan ciencia”, sentencia el sacerdote. Religión y ciencia se desenvuelven en distintos planos, y por ello es un sinsentido tratar de oponerlas.
Que una importante personalidad del clero católico hable con tanta sensatez demuestra que la Iglesia Católica ha dado pasos de gigante. Ha entendido que su papel es fundamental en nuestros días, pero no haciendo y modulando la ciencia, sino como vigía ética de la misma cuando exista el riesgo de que atente contra la dignidad de la persona.
Hace falta mucha clarividencia y valentía para cambiar tan radicalmente de planteamiento. Y la Iglesia ha demostrado atesorar ambas cualidades.
Los filósofos sin embargo van por detrás del clero. La filosofía canónica se conforma más o menos en la Atenas del siglo IV, mientras que el método científico moderno surge con Galileo y Newton en el siglo XVII. Parafraseando al Padre George Coyne: ¿cómo se pueden utilizar categorías heredadas de aquellas calendas para “dialogar” con la ciencia moderna (o más bien monólogos, ya que los científicos tienen a bien ignorar a los filósofos)?
Y sobre todo, ¿cómo se puede intentar hacer ciencia desde la filosofía? Tenemos a los fenomenólogos, por ejemplo, intentando desentrañar los misterios de la conciencia humana, que realmente ven como una especie de alma paganizada, sin aportar ni una sola prueba empírica, sin falsación alguna, limitándose a exhibir una criptografía que hacen pasar por rigurosa, sin tener en cuenta los estudios médicos actuales. O los filósofos analíticos, que creen que por el acento de Oxford no se va a notar que vuelven al problema de los universales medieval, obviando todos los avances en neurolingüística de las últimas décadas.
Ojalá llegue un día en que los filósofos demuestren tener una mínima parte de la clarividencia y valentía de la Iglesia católica, y dejen de meterse en jardines que no les corresponden, y se limiten a analizar y valorar el trabajo de los científicos sin intentar usurpar su papel. 
 



1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen consejo para todos: la clinica hecha desde la estadistica o desde la politica, acaba aplicando principios economicos y no medicos.Seria otro nuestro mundo si fueramos cada uno a lo nuestro.escuchando al otro interseciones y no subconjuntos
que sera el uos de big data??? en clinica