16.1.19

Enemigos públicos, Houellebecq-Levy

Querido Bernard-Henri Lévy:
Todo, como se suele decir, nos separa, excepto un punto fundamental: tanto usted como yo somos individuos bastante despreciables.
Michel Houellebecq

Merodeando por la cuesta de Moyano me he encontrado con una sorpresa: Michel Houellebecq -el sismógrafo, el gran cabrón o, en definitiva, el autor vivo más interesante- publicó hace unos años un libro de correspondencias con Bernard-Henri Lévy, tal vez el mejor ejemplo de intelectual mediático, anodino y sobrevalorado que se pueda concebir.
Enemigos públicos. La cosa prometía. Lo he degustado al momento.

El duelo de titanes rezuma tan mala leche como se podía esperar y hace las veces de confesión, autobiografía y exhibición de apestosos eczemas. Son mails intercambiados entre enero y junio del 2008, por lo que coinciden con la publicación de la autobiografía de la madre de Houellebecq, muy insultante con su retoño. Nuestro héroe contesta con toda la contundencia esperada -ya sabíamos que odia a su madre, hasta en eso tiene estilo- y cuenta, no tan paradójicamente, con la solidaridad de Lévy. Ambos se saben perseguidos por una legión de odiadores profesionales que utilizan cualquier arma disponible. Y por encima de todo priman la fraternidad de los cabezas de turco voluntarios.

Houellebecq y Lévy por lo demás, dedican las trescientas páginas a marcar distancias entre sí y con el mundo, a autodenigrarse y a la vez defenderse. Recuerdan sus infancias, divagan sobre política, religión y sus libros. El primero explica por qué pasa de todo, y el segundo argumenta que todavía es necesario el compromiso y posicionarse. Se despiden, claro está, sin concilio posible.
Magnífico, hasta Lévy cae bien.

1 comentario:

Óscar Murcia dijo...

Lo felicito sinceramente. Sí que hacen falta en la red contenidos de alta calidad, bien escritos y mejor argumentados. He leído con atención varios escritos de este blog, particularmente el escrito dedicado a Nicolás Gómez Dávila, y este dedicado a Míchel Houelebecq. Siendo un lector asiduo, le recomendaría que revisara la obra del escritor francés Philippe Muray, que en una línea similar a la de Houellebecq - ha sido agrupado en lo que se ha dado en llamar los «nouveaux réactionnaires» -, fustiga del pretendido consenso de los tiempos actuales. Su obra es prácticamente desconocida en el mundo lideterario e intelectual de habla hispana, pero ha tenido una resonancia relativamente importante en el mundo literario francés, a pesar de lo controvertido de sus posiciones y el lenguaje críptico de sus neologismos literarios. Hay dos libros de Muray traducidos al español, a saber, "El Imperio del Bien" y "Queridos yihadistas". Considero a Philippe Muray, el principal agente corrosivo de la literatura de los últimas décadas. Muy recomendado.

Un saludo desde Bogotá, Colombia.