5.4.19

martes

Las ninfas postindustriales caducan de manera curiosa. Ahora que los pechos de Jara parecen tubérculos mullidos, ha redescubierto su interiorismo personal.  Se ha unido a una asociación espiritual chanca karma hare hare.
Jara habla de la conquista del equilibrio, la fuerza de la conciencia y cosas por el estilo. Lo hace, hay que decir, con cierta gesticulación y artificiosidad, como si todavía estuviera probando su nuevo personaje.
Me invita a una charla en Lavapíes de su gurú, que es un francés de buena planta, algo amanerado y vestido como un tapiz persa. Todo gira en torno a la muerte, o mejor, la no muerte, o sea que no morimos si no que nos reintegramos en los flujos de energía de los que venimos.
Por supuesto eso son boberías.
Aunque lo del gurú tiene su mérito, ha hecho que durante tres horas su docena de oyentes hayamos estado pensando en nuestro propio deceso.
Como sigo pensando que al morir solo nos espera la nada, me he angustiado. Jara, que por mucho que repita jerigonza new age, tampoco es de realidades extrasensoriales, se ha puesto nerviosa.
Hemos tenido que follar. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hemos tenido que follar,unico ritual que parece funcionarnos un poco: frente a Tannatos tenemos a Eros. El guru guapete habla de uno mientras representa al otro.La relureli del tipo que sea, veganismo incluido, como precario intento de sublimacion narcisista, cuando el propio cuerpo ya no nos permite jugarnosla a pelo y teta.
Acompañarnos en la bajada,otra forma de amor