Internet convierte el
planeta en una especie de vecindario en el que las noticias vuelan, sobre todo
las malas. Ayer se anunció que el filósofo argentino Juan José Sebreli, de
ochenta y nueve años, ha ingresado en el hospital por Covid. La nota
informativa añade que está bien de ánimo a pesar de todo.
Leal lector suyo desde
hace años, me he lanzado a releer su autobiografía, El tiempo de una vida,
que publicó en el 2005.
No es un libro solo
apto para los que le veneramos como pensador. De hecho hay poca divagación filosófica.
Es más bien la historia de una persona, un tiempo y un país; además está muy
bien escrito. Es difícil considerarlo una lectura ingrata.
Empieza contando su
infancia en Buenos Aires, en una familia hispanoitaliana de inmigrantes, pero sin
poetizar nada relativo al tema; como buen sartriano, no quiere tener orígenes,
se niega a considerarse una genealogía. Luego habla de su adolescencia y el
descubrimiento de su homosexualidad. También de sus años de formación
existencialista; el nacimiento de su conciencia política, primero como peronista,
luego y definitivamente como enemigo de cualquier forma de populismo. Entre sus
amistades destaca a Carlos Correas y Óscar Masotta (éste último es el responsable del
desembarco de la plaga lacaniana en España, por cierto). Más adelante narra
cómo creó el Frente de Liberación Homosexual, y cómo malvivió en las sucesivas
dictaduras del país. Y sobre todo describe su extrañamiento en el ambiente cultural
porteño, tan encorado hacia formas de irracionalismo, y defiende su propio enraizamiento en el
pensamiento filosófico europeo de los años cincuenta, con Sartre como padre
intelectual, y Hegel y Marx como principales referentes históricos.
Habla poco de su propia
obra, escrita precisamente contra lo que vino después de Sartre -el
estructuralismo, la lingüística, el psicoanálisis lacaniano, el
neoheideggerianismo…- Por modestia solo menciona sus primeras publicaciones y meramente
por lo que tiene de importancia autobiográfica.
Su falta de resonancia
en el mundo cultureta no debe confundir a nadie: Es cierto que hay libros de
Juan José Sebreli que están enfocados a la política e historia argentinas y son
difícil de seguir para el lector foráneo (como es mi caso, que descarrilé
leyendo Crítica de las ideas políticas argentinas, por ejemplo). Pero
otros son accesibles a cualquier lector y poseen una calidad extraordinaria. Sebreli
es sudamericano y liberal, lo que le limita doblemente en el mercado filosófico,
donde ya se sabe que esas impertinencias se pagan caro, pero es un autor
excepcional que merece mucha más atención de la que tiene.
Será una pérdida
irreparable si no sale de esta.
De los libros suyos que
se pueden conseguir con cierta facilidad en España, la trilogía El asedio a
la modernidad, Las aventuras de la vanguardia, y El olvido de la
razón (que se puede complementar con Dios en el laberinto) es una
barricada contra el pensamiento irracionalista y antimoderno que se ha
convertido en hegemónico desde hace unas décadas. Son manuales imprescindibles
para quienes defendemos la democracia liberal y las libertades individuales
frente a populismos identitarios.
Y Comediantes y
mártires, aun siendo una desmitificación de iconos argentinos (Ché,
Maradona, Gardel y Evita), al ser bien conocidos fuera, y sobre todo por su
intención de derribar las leyendas nacionales en general, es accesible y recomendable a todo
el mundo.
El riesgo de pensar y
Escritos sobre escritos, ciudades bajo ciudades reúnen artículos y ensayos
breves. Sin embargo no aseguraría que han envejecido bien, y son inencontrables
ya.
El vacilar de las cosas
es un magnífico texto introductorio al marxismo hegeliano; no circuló en España
aunque se encuentra en pdf en internet. Lo mismo que El malestar en la
política, aunque éste es menos brillante.
Y para quienes odiamos
en silencio el embrutecimiento de las masas, La era del fútbol es el
estudio definitivo sobre el fenómeno, y también está en pdf.
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