20.8.20

Ramiro de Maeztu, de Pedro Carlos González Cuevas

 

Ramiro de Maeztu, biografía de un nacionalista español de Pedro Carlos González Cuevas es un recorrido por la trayectoria intelectual del relegado autor noventayochista. Por supuesto que aporta los inevitables hitos vitales y alguna que otra anécdota, pero el libro se centra sobre todo en su semblanza como pensador. El autor es un profesor de la UNED, solvente y de probada valía, que además tiene cierta pericia estilística. No hay mucho escrito sobre Maeztu en los últimos años, pero desde luego con esta obra, y con el estudio que le dedicó José Luis Villacañas no hace mucho y que aquí es explícitamente rebatido, hay bastante con lo que trabajar.      

 

Maeztu es un autor obviamente anatemizado por el canon progre, pero eso no merma su interés, aunque tan solo sea histórico. Es sin duda uno de los autores más influyentes del siglo XX. Su obra madurez fue nutriente ideológico del bando rebelde en la Guerra Civil, y sin embargo fue su obra de juventud, más templada, la que influyó a los tecnócratas del último franquismo. Aunque no guste decirlo en alto, pocos pensadores han dejado tanta huella política como él.

Sus aportaciones fueron muchas y alguna de gran actualidad. Una muy llamativa que señala González Cuevas es que mientras los intelectuales españoles han vivido deslumbrados por lo alemán y francés los dos últimos siglos, Maeztu fue el primero que empezó a defender lo inglés y aun lo norteamericano por estos lares. Para él no había que afrancesarse culturalmente ni irse a Alemania a aprender a filosofar; todo lo necesario estaba en tradición propia, y solo hacían falta ciertos injertos anglosajones. Básicamente había que aprender a hacer un capitalismo industrial y nacional competitivo, y como lector de Max Weber, sabía que eso pasaba por enseñarle a los católicos que hacer dinero no era necesariamente pecaminoso (Maeztu se propuso crear una élite capitalista y católica, y viendo al empresariado español actual, vemos que también en eso tuvo éxito).

 

Algo admirable de este pensador es que no rechazó pensar el asunto económico, como suelen hacer sus pares. Ante el desafío del capitalismo industrial, o la “era de la técnica” en términos más finolis, que configuraba las naciones europeas, él decidió que había que domeñar al león y servirse de él. Había que poner la economía a trabajar para la nación. Porque frente al progreso material, que orilla a los hombres de letras, se puede filosofar en posición fetal y lloriquear sobre cómo olvidamos a no sé qué ser metafísico y que qué malo es el neoliberalismo, o se puede ver qué hay de liberador en los tiempos que corren, y construir desde ahí.

Por ejemplo, hoy no vemos muchos pensadores mainstream estudiando la economía digital como Maeztu sí pensó en su época la irrupción del capitalismo industrial. Ahora está la omnipresente monserga anticapitalista de siempre, que no ofrece alternativas, y que con su maximalismo ignora la realidad diaria: la cuestión laboral que es la relación del trabajador con su empresa, y de las empresas a su vez con el Estado. Los teóricos del corporativismo, de los que Maeztu era un paradigma, sí entendían que una actividad que devora la mayor parte de la vida cotidiana de las personas merece más estudio y desarrollo, porque es una parte fundamental de la existencia humana. 

Trasladado a nuestros días, si la pequeña y mediana empresa ya no es competitiva, y el empleo público ineficaz y despilfarrador, solo nos queda asumir que el futuro pertenece a las grandes corporaciones. Entonces el tema sobre el que tendrían que pensar los intelectuales es cómo convertir ese escenario en promisorio. O sea, buscar los espacios de emancipación en las coordenadas de lo real; cualquier otra cosa es complacencia vendehumos de académico bien pagado.

 

En cuanto a su vida, de este libro aprendemos que Maeztu sobrevivió como periodista y que nunca pudo permitirse vivir de ser intelectual. Tal vez eso le liberó de cierta impostura snob que le da autenticidad a su obra. Una obra que por cierto no es fácil de conseguir, salvo dos o tres libros reeditados hace poco. Hay que buscar en bibliotecas o libros de viejo. Merece la pena hacerlo. Y como guía de lecturas, este Maeztu, biografía de un nacionalista español y aquél Ramiro de Maeztu y el ideal de la burguesía en España de José Luis Villacañas, son impagables.      

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