11.1.21

Madrid, de Andrés Trapiello

 

Andrés Trapiello debe de tener mucha disciplina como escritor. O tal vez ninguna vida social. La velocidad con la que saca libros al mercado es perturbadora. Parece como si no hiciera otra cosa en su vida más que escribir. Tiene además una prosa de ésas que aparentemente sale fácil, liviana, como sin pensarlo mucho. Aunque todos sabemos que de hecho ese estilo sencillo es el más difícil de conseguir, y que le tendrá que dedicar muchas horas de reescritura a cada página para que creamos que no se ha esforzado escribiéndola.

Ha aparecido recientemente Madrid, su último libro a día de hoy. Es una edición de Destino cuidada, bonita y con tapa dura; una edición con ganas de perdurar. Es como si se adivinara que en unos años será un pequeño clásico. Son quinientas y pico páginas con ilustraciones; la mayor parte de ellas son una autobiografía atravesada por Madrid; el último tercio es más bien una especie de mini enciclopedia sobre esta ciudad.

La parte autobiográfica cuenta la vivencia de un provinciano que emigró joven a la capital y decidió aprovecharla todo lo posible. Llega a principios de los setenta, hace sus militancias políticas de rigor y por supuesto se desengaña; y luego se reengancha a la Movida en los años ochenta. En los noventa y en adelante se centra en el mundo literario mientras va publicando los tomos de su diario, el Salón de los pasos perdidos.       

Por supuesto lo más interesante son sus semblanzas de Madrid. Sus reflexiones y erudiciones. Sabe mucho y lo cuenta bien. Que si tal monumento estaba ahí por no sé qué, que si la Iglesia de San fulano la tumbaron para construir una clínica dental. Esas cosas que en definitiva son un poco melancólicas y que nos demuestran que los que controlan el urbanismo no tienen sentido de la memoria colectiva ni la necesidad de salvaguardar la belleza arquitectónica tradicional.

También sale mucho en el libro el Madrid literario, el que amamos, con los lances entre Galdós y Baroja, Umbral y Cela, entre otros. Suponemos que habrá un Madrid futbolero, científico y hasta financiero, pero con el que nos identificamos es el de las historias del mundillo cultural y sus letraheridos medio geniales.   

La particularidad de este libro sobre Madrid, uno más de miles que ya hay, creemos que es que está publicado en plena pandemia. En la introducción encontramos un párrafo a matacaballo sobre el tema, y luego al final se habla de las calles desiertas por el virus. Pero evidentemente el grueso del texto se pensó antes y estos son añadidos mínimos de última hora que no nos impiden añorar los paseos sin mascarilla por el centro, o las conversaciones despreocupadas con amigos en las terrazas festivas.

En estas páginas se extraña ese ya pretérito vivir sin grandes ostentaciones pero sin miedo, a la manera madrileña.

Da la sensación de que este será el último libro sobre un Madrid que se acabó para siempre en el 2020. El Madrid que vendrá ahora no sabemos cómo será, pero sospechamos que la ciencia ficción nos lo contará mejor que Trapiello. Y esto es inquietante, claro.

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